Los volcanes que minan bitcoin

11:22 21 de janeiro de 2022 Por Daniel Oiticica

La empresa estatal de geotermia La Geo es la responsable de desarrollar el plan de minado de bitcoins utilizando energía geotérmica.

La decisión del gobierno de Nayib Bukele de adoptar el bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador ya tenía desde su concepción la solución planteada para un gran problema que genera el crecimiento de las criptomonedas: el alto consumo de energía para alimentar los sistemas informáticos de creación de las criptomonedas, lo que se conoce como minería de bitcoin.

Un día después de ser aprobada la nueva ley, Bukele compartió con la sociedad su plan para realizar el minado de bitcoin en El Salvador con energía muy barata, 100% limpia, 100% renovable, y 0 de emisiones gracias a sus volcanes.

La empresa estatal de geotermia La Geo es la responsable de desarrollar el plan de minado de bitcoins utilizando energía geotérmica, que ya funciona en la planta Berlín, a 112 km de la capital San Salvador. Para ello, se instaló un furgón en donde han sido colocados 300 equipos informáticos procesadores o mineros que generan criptomoneda.

¿Cuál es la importancia y cómo funciona el minado de bitcoin? El minado es un proceso por lo cual se crean nuevos bitcoins, realizado con súper computadoras que resuelven complejos problemas matemáticos, imposibles de realizarse a mano, lo que exige grandes cantidades de poder computacional y de energía.

Los nuevos bitcoins se introducen cuando se procesan bloques de transacciones por los mineros, lo que ocurre cada vez que una persona envía o recibe bitcoins. En 24 horas, por ejemplo, se suele realizar aproximadamente 200.000 transacciones y este cálculo seguirá aumentando a medida que más personas empiecen a utilizar bitcoins.

Los mineros colocan las transacciones en bloques y los añaden a una especie de registro público conocido como cadena de bloques (blockchain en inglés). Cuando los mineros añaden nuevos bloques al blockchain se crean nuevos bitcoins, pero para añadir un nuevo bloque deben validar matemáticamente las transacciones para asegurarse que estas sean correctas y evitar que se dupliquen. Así crean una red bitcoin más segura.

Cuando añaden un nuevo bloque de transacciones, los mineros son recompensados con bitcoins. En 2012, la recompensa era de 25 bitcoins, en 2016 era de 12,5 bitcoins y para febrero de 2021 la recompensa era de 6,25 bitcoins por cada nuevo bloque minado. Para obtener la recompensa, tienen no solo que resolver un problema matemático, sino que ser el primero en hacerlo. A este proceso se le conoce como Prueba de Trabajo o Proof of Work (PoW). Existe un número finito de bitcoins que es de 21 millones y a la fecha se han minado 18,5 millones, por eso la necesidad de seguir minando la criptomoneda.

Entre más mineros existen la dificultad de obtener una recompensa aumenta. Cuando el bitcoin fue creado, el nivel de dificultad para extraer un nuevo bloque para el blockchain era de 1 y para junio de 2021, es de 21 billones.

El gran problema de todo este proceso está relacionado al daño ambiental que su gran consumo de energía puede generar al planeta. El minado de criptomonedas siempre ha sido cuestionado por ambientalistas ya que consume una tonelada de potencia informática y electricidad. En El Salvador, este problema está resuelto, gracias a la fuente de energía limpia generada por sus volcanes.

“En la planta Berlín, ya se está dando el proceso de minería de bitcoin. En los últimos dos años logramos generar 7 megavatios adicionales en la planta y tomamos 1,5 megavatio para hacer la primer prueba en la minería. Orgullosamente, ya minamos nuestro primer bitcoin, y al día de hoy tenemos 360 máquinas minando bitcoin 24 horas por día, 7 días en la semana. Este es el primer paso y se viene mucho más”, afirma Daniel Álvarez, presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL). “Tenemos 95 megavatios que ya están identificados y estamos viendo la manera en cómo levantamos estas plantas. El plazo proyectado es de tres años. Vamos a abrir dos nueva plantas, una en Chinameca y otra en San Vicente, para hacer crecer todavía más las que ya tenemos, en Berlín y en Ahuachapán”, agrega.