Energía limpia

12:30 05 de janeiro de 2022 Por Daniel Oiticica

El parque eólico está localizado en la zona Occidental de El Salvador, en Metapánault.

Con el objetivo de aumentar su capacidad de generación de energía, el gobierno de El Salvador viene trabajado de forma articulada con distintas carteras del Estado e instituciones autónomas para facilitar el establecimiento, la operación y crecimiento de nuevas inversiones en el sector energético.

Gracias a este compromiso y el trabajo en equipo para agilizar y simplificar procesos y trámites, se han puesto en marcha nuevas plantas de biogás y energía solar, así como el primer sistema de almacenamiento de energía a gran escala en Centroamérica. En sus primeros 18 meses de gestión el equipo del presidente Nayib Bukele ha logrado concretar cerca de 1.300 millones de dólares en inversiones relacionadas a proyectos de energía eólica, gas natural y solar.

De acuerdo con información de la Unidad de Transacciones (UT), el precio de la energía en el mercado salvadoreño registraba 60,54 dólares el megavatio por hora (MW/h) en diciembre 2020, como precio indicador. Este valor representaba una reducción de una cuarta parte en comparación con el mismo trimestre de 2019 y hasta un 40% respecto a 2018. Este nivel de precios no se observaba desde hacía más de 15 años en los registros de la UT. Otra información relevante es que la importación de energía de parte de El Salvador tuvo una importante reducción, de un 49,1% durante la actual gestión, según datos de noviembre de 2020. Ahora, ocho de cada 10 unidades de energía que se aportan para la demanda en el país provienen de actores locales.

Uno de los más importantes proyectos del sector de energía se está ejecutando por la empresa Energía del Pacífico (EDP), en la zona Occidental del país, más específicamente en Acajutla, departamento de Sonsonate. Esta inversión abarca la primera planta generadora de electricidad con base en gas natural licuado. Tiene un potencial de generación de 378 megavatios para atender a la demanda energética del país.  

Además de ser una de las inversiones más grandes que ha tenido el país en el último tiempo, más de 1 mil millones de dólares, la misma contribuirá a abastecer el 30% de la demanda de energía del país a través de un nuevo recurso energético, produciendo energía limpia y eficiente y generando más de 1.000 empleos en la construcción y la operación de la planta.

Con el ingreso del gas natural se busca diversificar la matriz energética, especialmente reduciendo la dependencia de los productos derivados de petróleo para generar más estabilidad en los precios de energía eléctrica.

Otro importante proyecto del sector eléctrico está relacionado con la producción de energía eólica. La empresa encargada de generarla es la uruguaya Ventus. El parque está localizado en la zona Occidental de El Salvador, más específicamente en Metapán, departamento de Santa Ana. La inversión aproximada es de 113 millones de dólares

Este es el primer proyecto de energía eólica en el país, que consiste en la construcción, instalación y puesta en operación de una central de generación eléctrica que busca aprovechar las corrientes de viento presentes en la zona montañosa de Metapán, la cual inicialmente contempla la generación de 50 megavatios de energía.

La importancia de este proyecto radica en que es un recurso renovable inagotable, ya que no hay combustión, lo que equivale a la inexistencia de emisiones a la atmósfera de CO2 y de otros gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático. Además, se busca impulsar el desarrollo de una nueva tecnología de generación eléctrica en el país y aporta transferencia de conocimiento.

No menos importante es el proyecto ya en construcción por La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), de la futura Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, ubicada en el municipio de San Luis de la Reina, departamento de San Miguel, una obra que hacía décadas estaba paralizada. En octubre de 2021 se inició el llenado del embalse de la futura Central.

“Al fin estamos logrando lo que por tanto tiempo se le había negado a El Salvador y era terminar este proyecto que ha sido por once años un dolor de cabeza, heredamos un problema gravísimo, se nos vino la pandemia, se nos cerraron puertos, fábricas y aun así logramos avanzar, gracias al trabajo en equipo, a la fuerza de CEL volcada en este proyecto de país”, afirma Daniel Álvarez, presidente de CEL.

El límite del llenado del embalse oscila entre los 153 y 155 metros sobre el nivel del mar (msnm), un proceso que consta de la colocación de 17 “Stop Logs” (bloques de concreto) que cierran el conducto de desvío y permiten alcanzar su cota máxima.

Las maniobras de llenado se realizan manteniendo el flujo constante del río, garantizando el caudal ecológico aguas abajo. Después de llenado el embalse se procede a iniciar las pruebas hidromecánicas y se espera comenzar operaciones en la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero para finales de 2022. El costo total de la obra está estimado en 750 millones de dólares.

Otra inversión importante es la Planta de Generación Eléctrica con biogás. La CEL, junto a los consultores del consorcio FichtnerI/EC viene trabajando hace varios meses en el proyecto. FichnerI Water and Transportation, empresa alemana reconocida a nivel mundial del rubro de aguas residuales y proyectos energéticos, principalmente de biogás, ya ha realizado trabajos similares en Alemania, Afganistán, Arabia Saudí, Tayikistán, Perú y Nicaragua.

La planta de biogás se ejecutará entre los municipios de Ciudad Delgado y Cuscatancingo, ambos en el Departamento de San Salvador. La planta tendrá una capacidad instalada de 5,2 megavatios y generará electricidad para un promedio de 21.000 familias que consumen en promedio unos 100 KWh mensuales.

Este proyecto evitará la descarga de más de 43 millones de metros cúbicos de aguas residuales sin tratamientos a la cuenca del río Acelhuate. La inversión asciende a 32 millones de dólares, que serán financiados con fondos propios de CEL.

Se construirá bajo un esquema de generación híbrida renovable. Se generará energía por medio de las aguas residuales, el sol y el agua, con la instalación de paneles solares en los techos y la construcción de una pequeña central hidroeléctrica.