Nuevas leyes para facilitar las inversiones

12:34 18 de novembro de 2021 Por Daniel Oiticica

Las inversiones extranjeras directas en 2021, en El Salvador, ya superan el total de 2019, antes de la pandemia. Foto: Fabio Lima

Agilidad y simplicidad es todo lo que bus- ca el Gobierno de El Salvador para facilitar los trámites de inversión en el país. Al mismo tiempo, el objetivo es mantener la capacidad de recaudación para que el país pueda seguir creciendo. En esta entrevista, Miguel Kattan, Secretario de Comercio e Inversiones, habla sobre el crecimiento del país, el aumento de las exportaciones y los grandes atractivos de El Salvador.

¿Cuál es el rol institucional y ejecutivo de la Secretaría de Comercio e Inversiones de El Salvador?
El gobierno del Presidente Nayib Bukele, desde el inicio de su gestión, decidió darle el impulso que necesitaban las inversiones en nuestro país. Así se creó la Secretaría de Comercio e Inversión como una nueva institución encargada de fortalecer los lazos entre el gobierno y el sector privado y lograr de esta manera ir permeando y solucionando los problemas que, históricamente, se habían dado en nuestro país. Lograr un mayor acercamiento con el sector privado, pero al mismo tiempo generar las condiciones para tener una verdadera política de facilitación de comercio y de inversiones en El Salvador. La Secretaria de Comercio es la entidad encargada de fortalecer los lazos entre el gobierno y el sector privado, nacional y extranjero, y ayudar la facilitación del comercio y las inversiones para nuestro país.

Organismos y bancos internacionales pronostican un crecimiento para El Salvador por arriba del promedio de Latinoamérica, y el segundo mayor de Centroamérica. ¿Cuáles considera que fueron los grandes hechos de estos poco más de dos años de gobierno?
La respuesta que ha tenido el gobierno desde el inicio de la pandemia, con el fortalecimiento de las mediana y pequeñas empresas y la capacidad de nuestros empresarios de reponerse de cualquier caída, logrando recuperar el 100% de los empleos que se perdieron con la pandemia, y aumentar el número de empleos que había previo la pandemia. La economía está reaccionando de una forma ágil y hemos aumentado nuestras exportaciones de una manera significativa. Aumentamos las importaciones de bienes de capital, lo que es sumamente importante, y también aumentamos el volumen de las remesas familiares, importante motor de crecimiento del país.

En el primer trimestre de 2021, El Salvador ha registrado un fuerte aumento en el volumen de inversiones extranjeras directas, que ya superan el total de lo invertido en todo 2019, previo a la pandemia. ¿Cuáles son los principales factores para un resultado tan positivo?
En primer lugar, tiene que ver con la facilitación del comercio, pero también con el hecho de que es muy fácil invertir en El Salvador, porque todas las reglas y las leyes están dadas para hacerlo de una manera rápida y eficaz. Ya no tenemos los problemas de antes, con las trabas que ponían los gobiernos anteriores. Modificamos mucho las leyes para hacer más atractivo nuestro país y facilitar la capacidad de las inversiones.

¿Cuáles son hoy los grandes atractivos de El Salvador para los inversionistas extranjeros?
Lo primero es la moneda estable. Somos un país dolarizado, lo que garantiza la estabilidad de la inversión. Por otro lado, la capacidad de nuestra gente que es sumamente trabajadora y, al mismo tiempo, es de muy fácil aprendizaje. Esto nos ha permitido convertir El Salvador en un país donde los inversionistas extranjeros tienen muchas posibilidades de crecimiento. Pueden ver que los productos hechos con mano de obra salvadoreña van a ser de mucho mejor calidad y que nuestra gente es mucho más productiva que en otros países.

¿Cuáles son las estrategias del gobierno para tornar más competitivos los costos para los inversionistas, sin comprometer el equilibrio fiscal?
Los costos de inversión tienen mucho que ver con los tiempos. Para un inversionista, a veces, es más importante poder ejecutar su inversión en un tiempo corto que los beneficios fiscales que se le puedan dar. Sin embargo, tenemos leyes que hemos modificado para que sean más eficaces, que generan ahorros significativos en pago de impuestos. Y esto no afecta la capacidad del gobierno de recaudar, porque son inversiones que no existen en este momento. Entonces, al no existir, no hay ningún riesgo que baje la recaudación.

Al mismo tiempo, toda empresa extranjera que invierte, tiene beneficios fiscales. Tenemos que entender que los impuestos no solo son generados por las empresas. De hecho, en El Salvador, el 80% de los impuestos directos son generados por las personas naturales, que tributan a través del pago de su salario y el otro porcentaje se genera por el IVA, que pagamos todos. Entonces, mientras más empleo se genera, mayor es la recaudación. Es importante notar que en El Salvador, en el ejercicio fiscal de 2020, la recaudación fue un 40% mayor que los ingresos de las empresas en 2019, año en el que no había pandemia.

Nuestros empresarios realmente han entendido el compromiso y la responsabilidad de tributar como se debe, cumpliendo con las leyes. Y hoy la política del Ministerio de Hacienda de buscar a los evasores, porque nosotros estamos dispuestos a apoyar los inversionistas que tengan una posición de trabajo correcta, pero no estamos dispuestos a permitir que evadan impuestos, porque los impuestos no son del gobierno, son de nuestra gente y a nuestra gente se debe respetar.

¿Qué es y cómo funciona la ventanilla única de negocios, un beneficio que muy pocos países tienen?
La ventanilla única empresarial que tiene el Ministerio de Economía permite, en muy poco tiempo, registrar una empresa y hacer todos los trámites que se requiere. La idea es lograr que pequeñas y medianas empresas puedan iniciar su trabajo de una manera ágil y oportuna, y poder estar legalizados en el menor tiempo posible. Funciona a través de la página web Miempresa.gob.sv y, en realidad, ha sido un éxito rotundo su funcionamiento.

En los últimos años, El Salvador viene logrando diversificar sus exportaciones. ¿Qué políticas se están implementando hoy para diversificar aún más las exportaciones del país?
A través de la Secretaría de Comercio, hemos estado trabajando en la creación de clusters empresariales para diferentes actividades. Hemos creado los clusters de moda y el aeroespacial. Estamos creando el cluster tecnológico y también estamos trabajando con el cluster marino. La idea es poder generar grupos de empresas que estén interesadas en invertir en nuestro país pero que, al mismo tiempo, puedan ser auto proveedores uno del otro, para lograr impulsar diferentes actividades dentro del “que hacer” empresarial. El cluster tecnológico ha estado dando excelentes resultados. Hay inversiones muy fuertes que vienen en camino. Esperamos cuadruplicar nuestra producción de productos tecnológicos, principalmente chips, a partir de 2022.

Las zonas francas para la producción de bienes manufacturados son un factor clave para el comercio de bienes. ¿Cuáles son los mayores beneficios de las zonas francas hoy? y si hay planes de expandir esta zona?
Trabajamos en una propuesta de reforma a la Ley que nos permita tener un mayor crecimiento. Nuestro país está situado estratégicamente en el centro del mundo, muy cerca de Estados Unidos y tenemos una frecuencia de fletes marinos y aéreos sumamente grande, lo que nos permite tener en el nearshoring, que es la nueva visión de negocios, tener una posición muy beneficiosa.

Las zonas francas tienen un crecimiento importante. Antiguamente, cuando inicia el tema de la zona franca, las empresas eran maquileras, básicamente. Se les sigue llamando maquila, pero, en realidad, ya no son maquila. ¿Qué era una maquila? Una maquila era una empresa que importaba la tela cortada, el hilo, los botones, las etiquetas, la bolsa, la caja, del país de origen y aquí solo se ensamblaba, se empacaba y se despachaba. Ahora todo se produce en la región, desde el botón, la caja, la etiqueta, la tela, se corta en el país, se confecciona, se empaca y se despacha. Esto se llama full package y significa que tiene mucho más valor agregado y generación de empleos.

Ahora, el 100% de nuestras empresas trabajan en la función de full package. Ya no son las mismas de antes, sino que ahora se hace el paquete completo. Eso nos permite también tener grandes beneficios en diferentes áreas.

Estados Unidos es uno de los más grandes socios comerciales de El Salvador, el principal destino de sus exportaciones. ¿Cómo evalúa esta relación hoy y cuáles son las principales estrategias para lograr expandir aún más esta asociación?
Quisiera separar un poco las dos cosas, la parte política de la parte comercial. Totalmente separados. En El Salvador, no somos enemigos políticos de Estados Unidos. Creemos que el gobierno de EE.UU. y el gobierno de El Salvador son amigos, con diferentes ideas y diferentes maneras de hacer las cosas. Pero esto no nos quita la amistad con el pueblo y el gobierno de EE.UU.

¿Dónde podemos crecer hacia los EE.UU? Tenemos diferentes sectores en los cuales podemos crecer. El sector plástico, textil, aeroespacial, aeronáutico, naviero, de tecnología, de inteligencia artificial, como software y hardware… Además, deberíamos de ser uno de los principales destinos turísticos de los EE.UU., sobre todos desde su zona fría, porque somos un país que tenemos un clima exactamente igual durante todo el año. Tenemos playa cerca, montaña cerca, todo para poder crecer en el tema del turismo, que es una de nuestras grandes apuestas también.

El Salvador siempre se ha caracterizado por su apoyo a los Tratados de Libre Comercio. ¿Cómo vienen conduciendo este esfuerzo para fortalecer las alianzas y firmar nuevos acuerdos?
-Estamos trabajando en varios tratados, bilaterales principalmente, algunos de corto alcance y otros de libre comercio completo. Es importante entender que somos muy diferentes de otros países. Primero, porque no tenemos la misma capacidad de producción. Estamos recién empezando una etapa de desarrollo que se le había negado a nuestro país por los gobiernos de los últimos 30 o 40 años.

Estamos ahora trabajando con mucha más fuerza para tratar de generar este crecimiento que no habíamos tenido. Esto nos obliga a tener Tratados de Libre Comercio con otros países porque, al mismo tiempo, necesitamos algunos productos que somos incapaces de producir por diferentes razones. El Salvador no es un país petrolero, tampoco es un país productor de frutas como manzana, pera o uvas, las tenemos que importar. Tampoco somos un país productor de vehículos automotores. Aunque podríamos llegar a ser. No tenemos hierro, pero tampoco lo tienen otros países que producen automóviles, y podemos importarlo.

Entonces tenemos que ir creciendo y diversificando. La única manera de diversificarnos es que los inversionistas de esos países puedan conocer nuestro mercado y sentir interés en venir a invertir aquí para posicionarnos como punta de lanza regional. Con EE.UU., por ejemplo, estamos apostando mucho a la inversión en partes automotrices, que es otro mercado grande. Tenemos esta necesidad de atraer inversionistas que puedan abrir nuevos campos de negocio, pero tienen que conocernos, y la mejor forma de conocernos es a través del libre comercio, y que empiecen a comerciar con nuestro país de una manera más transparente.

En El Salvador, nunca había existido un plan, una política de aprovechamiento de los tratados comerciales. A través de la Secretaría, con el Ministerio de Economía y el Ministerio de Relaciones Exteriores, lo estamos impulsando para realmente buscar donde están los nichos a los cuales podemos ir, pero también los nichos hacia los cuales ellos también pueden venir a El Salvador.

Recientemente, firmaron un Tratado de Libre Comercio con Corea…
Con Corea es exactamente igual, es un tratado nuevo y estamos definitivamente encontrando cuál son estos nicho para poder acceder a este mercado. Pero también para atraer a los inversionistas. Estamos apostando muy fuerte a la posibilidad de traer inversionistas en el área de ensamblaje automotriz, sobre todo en electromovilidad, para poder ser el país que exporta estos productos ensamblados en nuestro país, con muchos componentes locales, hacia el resto de la región centroamericana.

Usted suele decir que los verdaderos cambios son para convertir El Salvador no solo en el país más atractivo temporalmente, sino de forma permanente. ¿Qué garantías puede dar el gobierno a los inversionistas de que los cambios implementados tienen un carácter de permanencia?
-En primer lugar, se han creado leyes y se están creando más leyes para generar estabilidad y seguridad. El segundo punto, que creo que es lo más importante, es que estamos invirtiendo en nuestra gente, en educación, en salud y en seguridad, que es algo que nunca se había invertido en nuestro país. Nuestros niños no tenían ni idea de lo que era una computadora y ahora están recibiendo computadoras. Las van a recibir el 100% de los niños. Computadoras de última generación, con conectividad a internet, que les permitirá acceder a un mundo muy diferente de cómo lo conocían. Esto hace también que seamos más atractivos, porque vamos a poder tener nuestras nuevas generaciones con mayor capacidad para competir en el mundo entero y esto es importantísimo.

Por otro lado, también está el tema de la salud. Históricamente, hemos vivido preocupados por cómo enfrentar a las enfermedades. Ahora todos podemos ver un futuro promisorio y estar seguros pues no vamos a tener que generar grandes gastos para cuidar la salud de nuestras familias. El gobierno está trabajando para proveer todo esto. Y por último, y no menos importante, está el tema de la seguridad, que sin seguridad no hay nada. El Salvador se ha descuidado históricamente de la seguridad. No solo descuidado, sino que podría decir que los gobiernos han sido cómplices de las bandas de criminales, y nunca los habían atacado frontalmente hasta este gobierno. Un país con seguridad puede tener jóvenes con esperanza y expectativa hacia el futuro.

Creo que la apuesta más importante del Presidente Bukele ha sido generar las condiciones para que nuestra gente tenga igualdad de oportunidades. Lo que nos había sido negado durante siglos, ahora podemos ver, con la posibilidad de tener la capacidad de crecer. Un país no crece porque la gente que tiene más poder económico logra crecer en sus inversiones y en sus negocios. Crece porque los que están más abajo en la escala económica social tienen la oportunidad, mediante su esfuerzo y su trabajo, de crecer y acceder a ser un día un poco más privilegiados. Y esto es lo que va hacer un país más atractivo permanentemente para las inversiones. Somos un país que apuesta al futuro, que ha demostrado históricamente tener la resiliencia y la capacidad de levantarse de los golpes más fuertes. Un país que tiene gente dispuesta a trabajar en cualquier cosa, a cualquier hora y en cualquier momento, en busca de la superación personal.

Estamos seguros de que, más allá de que ya tenemos las mejores carreteras de Centroamérica, estamos apostando por tener la mejor conectividad de la región. Vamos a seguir generando oportunidad de negocios para todos. Aún para los más pequeños, cosa que se había negado siempre. Nuestra apuesta es que el micro sea pequeño, que el pequeño sea mediano, que el mediano sea grande y que el grande sea gigante. Queremos un país que progrese y que su gente pueda ver el futuro con optimismo y sentir verdaderamente que hay una igualdad de oportunidades para todo el mundo.

¿Cuál es la referencia en términos de países que sirven de modelo de crecimiento para El Salvador?
Personalmente, la mayor referencia es la del pueblo que inicia Estados Unidos de América en el tema económico. Los EE.UU. han sido el país más grande, entre otras cosas porque sus colonizadores, lo primero que hacían era llegar a un lugar donde se iban establecer y construían una iglesia, después construían una escuela y después construían las casas de todos, ayudándose. Cuando sale el papel moneda, hacen un verdadero cambio y en el papel moneda está escrito “en Dios confiamos”.

Para nosotros, Dios es nuestro guía y estamos seguros que siguiendo la guía de Dios vamos a poder hacer las cosas correctas para el país. Quisiéramos poder tener un crecimiento más rápido, haber podido tener la oportunidad que ha tenido Japón, después de la guerra, que fue inyectado con trillones de dólares para ser proyectado. Mismo caso de Corea, pero no tenemos esta oportunidad. Tenemos que crecer con nuestro esfuerzo, con nuestro trabajo y con la guía de Dios.

Invitamos a todos los inversionistas extranjeros a que miren a El Salvador no como un pequeño país en América Central, sino como un gran país, con poco territorio. Por la capacidad de su gente y el esfuerzo de un gobierno por hacer crecer sus negocios y nuestro país.

https://youtu.be/udQllYC7Eyc