Posición destacada
Luis Rodríguez, Director para El Salvador del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE)
Una de los principales objetivos del BCIE es conectar a toda la región, promoviendo el crecimiento con el apoyo a diferentes proyectos de inversión. Una de sus metas más importantes es la creación de un mercado regional de deuda, que tiene grandes chances de tener a El Salvador como sede, gracias no solo al crecimiento del país, sino también a su plan de desarrollo. En esta entrevista, Luis Rodríguez, Director del BCIE cuenta esta y muchas otras iniciativas del banco.
¿Cómo está posicionado El Salvador hoy en Centroamérica en términos de proyectos y desarrollo económico?
Desde hace unos dos años y medio, El Salvador ha despuntado a nivel regional por ciertas decisiones que se han tomado respecto a cómo manejar el crecimiento económico y cómo complementarlo con toda la base social. Poder tomar decisiones políticas sobre ciertas estrategias públicas, para que se den en los tiempos correctos ha dinamizado el país a punto de ponerlo en una posición de destaque en la región. Las inversiones en infraestructura, logística y movilidad, teniendo la conciencia de que la base social tiene que estar más cohesionada, e ir promoviendo una serie de procesos de rehabilitación social, con el Estado tomando de la mano todos los servicios básicos para la gente, logró impactar en la seguridad y generar la confianza que necesita un inversionista para venir al país.
¿De qué forma el banco participa en el crecimiento del país?
El banco maneja tres estrategias. Una es poder trabajar todo lo que sea a corto plazo, inyectando al Estado una serie de recursos para poder dinamizar aún más sus políticas públicas. La segunda es diseñar junto al Estado una serie de proyectos, que se vayan conectando unos con otros para traer beneficios al país. Y en la tercera estrategia es que El Salvador se vaya convirtiendo también en un hub regional para ciertos tipos de iniciativas.
En este sentido, se han estado estructurando una serie de propuestas. Una es que El Salvador se pueda convertir en el hub del mercado regional de deuda, creando un portafolio de inversiones públicas y privadas que supere los 3 mil millones de dólares y que todo esto esté soportado por las políticas públicas del Gobierno y enlazado con los objetivos y dinámicas que van manejando también el sector privado. Además, el banco trabaja con el Gobierno en temas de infraestructura de movilidad, logística y ferroviaria, puerto y aeropuertos, temas de vivienda, medio ambientales, energía eléctrica, agua, modernización del Ministerio de Agricultura y Ganadería, créditos para el café y modernización del agro, turismo, infraestructura turística y estrategias de promoción de país, con una cartera de más de mil millones de dólares solo para inversión privada de cualquier magnitud.
Trabajamos también con bien estar social, despacho de la Primera Dama, Gabriela Bukele, con educación a partir del proyecto Mi Nueva Escuela, que permite al Estado implementar un sistema de educación y generación de capacidades para los niños y niñas, para que en diez años tengamos ciudadanos más completos en los aspectos sociales y técnicos.
¿Qué valor tendría este mercado regional de deuda y cómo beneficiaría el país?
La emisión de deuda normalmente no se hace en la región. Se busca afuera, las compras son más caras y los plazos, más cortos. Sería diferente se pudiéramos hacer entre nosotros en la región, invitando también a otros países que tienen alguna relación con el BCIE, como España, Corea, Taiwán, México y otros. Podemos atraer inversión de forma mucho más fácil. Por supuesto que la participación de todo el ecosistema de países es sumamente importante. El Presidente de la República, el Congreso, todo el sector privado, los sectores internacionales que están viendo en El Salvador una dinámica distinta. La sociedad civil y, obviamente, el banco como soporte a todo ello. Al tener todo este ecosistema alineado resulta más fácil para el país acceder a un mercado regional de deuda, estimado en unos 150 mil millones de dólares.
¿Qué expectativas tiene el banco para los proyectos de infraestructura y crecimiento que el país viene realizando?
Son bastante ambiciosos. Es muy atractivo ver cómo se conectan y se complementan en términos de infraestructura logística y de movilidad. Los proyectos de crecimiento de puertos, el de La Unión y el de Acajutla, con todas las inversiones complementarias previstas, añadidas a un proyecto ferroviario, no solo local, sino también conectado a nivel regional, que se logre abrir una puerta ferroviaria Pacífico-Atlántico, complementada con los puertos y con un sistema de aeropuertos más robusto, que mueva la industria del turismo, y que haga crecer toda la industria logística y de movilidad de producto y pasajero. Una de nuestras principales iniciativas como banco de inversiones es conectar a la región, promoviendo la integración y teniendo en cuenta que El Salvador se va moviendo a una velocidad vertiginosa.
¿Cuáles son los grandes desafíos a la integración regional de Centroamérica?
Tenemos que saber aprovechar nuestra ubicación geográfica, que muy poco se ha aprovechado. Otro reto que tenemos es la capacidad técnica de las futuras generaciones, que involucra educación. Necesitamos generar una estructura robusta en términos de generación de capacidades. Hay una preocupación muy importante de parte del Gobierno y que el banco la comparte al 100% que es trabajar desde la primera infancia, empezando a generar condiciones y a dotar de capacidades desde las pequeñas edades hasta la juventud. Apoyar a sectores que ya comienzan a generar algún tipo de dinámica económica.
Este es un gran reto a nivel regional, pero sabemos que podemos ir haciendo despegar industrias que tradicionalmente no han despuntado en la región, de tecnología, industria naranja, temas específicos en cuanto a logística, industria del mar, economía azul. Estos temas no dependen solo de las empresas, sino de la base social que los países vayan construyendo. Otro tema son las infraestructuras de conectividad. Lograr que nuestros puertos y los dos océanos estén conectados, más allá de un Canal, es algo sumamente factible. Hace poco, el banco colocó de manera histórica un poco más de 600 millones de dólares a toda la base económica, para micros, pequeñas y medianas empresas, y proyectos emprendedores.
Más allá de que es un proyecto muy local, su incidencia con nuestro segundo socio más importante, que es la región, va a ir impactando en cuanto a servicios y compras de insumos. También vemos el turismo como un factor no solo activador, sino también complementario. Si pensamos en un tren conectado con Guatemala, Honduras y la región, al final las asociaciones entre ciudades y productos turísticos se vuelven mucho más dinámicas. Son cuestiones que al final fomentan la movilidad, y esta misma va fomentando también el tema turístico. Por otro lado, tanto el portafolio de inversión regional pública y privada del banco como el mercado regional de deuda, van acaparando y consolidando proyectos de inversión que se conectan dentro de la región.
El tema medio ambiental también es importante, pues la región tiene muchísimo potencial. Tenemos áreas sumamente importantes, un activo medioambiental que debemos cuidar y potenciar. Y otro punto importante es la conectividad tradicional, todo el tema de carreteras y fronteras, que se debe trabajar de forma mucho más dinámica para que la región está más conectada, sobre todo en negocios.
¿Qué se puede esperar del portafolio regional de inversiones cuya elaboración el BCIE viene liderando?
El portafolio ya supera los 3 mil millones de dólares en proyectos públicos y privados. Multiplicado por todos los países de la región se vuelve algo muchísimo más atractivo. Existen empresarios locales que, con el banco, están preparando inversiones hacia toda la región. Y hay empresarios no salvadoreños y más regionales que están interesados en venir a invertir al país, en proyectos integracionistas, en un portafolio que supera los 20 mil millones de dólares o tal vez más. Se están preparando todos los estudios sociales y económicos, consolidándose todos los proyectos en una sola plataforma para incentivar aún más las inversiones.
¿Cuál es la importancia del BCIE para el desarrollo de Centroamérica?
El banco tiene 60 años de existencia. Manejamos un nivel de activos que superan los 13 mil millones de dólares. Trabajamos con toda la región, de Guatemala hasta Panamá. Tenemos socios extra regionales, como México, República Dominicana, Argentina, Colombia, España, Corea del Sur, Taiwán, entre otros. Cubrimos más del 54% de las inversiones públicas en toda la región centroamericana y República Dominicana y también proyectos de coinversión, regionales o locales, con fondos de inversión en otros países. Vemos a Medio Oriente y Europa como grandes socios.
También manejamos un portafolio bastante fuerte de inversión privada. Nuestra ventaja competitiva radica en que el banco está bastante amarrado a nuestros gobernadores, que son los Ministros de Hacienda y a las presidencias de todos los países de la región. Tenemos una capacidad de toma de decisiones bastante rápida y estamos abiertos a diferentes proyectos. Estamos preparando el centro de innovaciones regionales en El Salvador, algo que va a dinamizar y acelerar bastante la economía, sobre todo a nivel startups, cambios en diferentes rubros, modernización, etc.
Por otro lado, somos el socio cooperante más grande dentro de la región también en cuanto a proyectos sociales, sobre todo en cooperaciones técnicas no reembolsables, tanto para agentes públicos como privados. Manejamos el Fondo Verde del Clima, de más de 870 millones de dólares. En septiembre de 2021, obtuvimos la clasificación doble A de Moody’s (compañías de gran calidad, muy estables y de bajo riesgo), lo que nos posiciona como la mejor institución financiera de desarrollo a nivel regional.