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11:12 18 de novembro de 2021 Por Daniel Oiticica

El Salvador tiene un crecimiento proyectado para este año del 9%, el segundo mayor de Centroamérica. Foto: Fabio Lima

El Salvador alza vuelo para consolidar su posición de país con mayor nivel de crecimiento de la región centroamericana. Diferentes organismos internacionales proyectan un crecimiento acelerado para los próximos años, haciendo del país un gran centro de atracción de inversiones en distintos rubros.

El Banco Central de Reserva (BCR), con base en la información más actualizada disponible a agosto de este año, proyecta que la economía salvadoreña crecerá alrededor del 9% en 2021, es decir, casi tres puntos porcentuales más que lo estimado en junio. Esta proyección posiciona al país como uno de los que tendrá mayor crecimiento económico en la región centroamericana, superado únicamente por Panamá, que crecerá un 12%. La proyección de crecimiento para el resto de los países de la región varía entre un 3% y un 5%, a excepción de República Dominicana, cuya proyección es de 7,5%. Asimismo, el crecimiento económico de El Salvador en 2021 estará por encima del promedio latinoamericano de 5,2%, proyectado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

A continuación, presentamos los datos más relevantes que hacen del país un destino seguro para empresas e inversionistas de todo el mundo.

Inversiones extranjeras directas
En los primeros tres meses de 2021, el monto de inversiones extranjeras directas en El Salvador, que llegó a los 10.345,6 millones de dólares ya supera el monto total de inversiones de todo el año 2019, que fue de 10.113,4 millones de dólares. Según el BCR, muchas empresas extranjeras están dejando de girar utilidades a sus sedes centrales para reinvertir en el país.

Enormes proyectos de infraestructura
Dentro del llamado Plan Cuscatlán, están previstas una enorme cantidad de mega obras de infraestructura que incluye la remodelación del Puerto de Acajutla, la construcción de un nuevo aeropuerto para cargas y pasajeros, la creación de la ferrovía del Pacífico que unirá puertos a las principales ciudades del país y de los países vecinos, además de importantes obras viales para acelerar los tiempos de desplazamiento de pasajeros y mercancías.

Gran mercado potencial
Las oportunidades en el país se vuelcan hacia mucho más que sus 6,45 millones de habitantes. Los acuerdos comerciales internacionales de los que es parte El Salvador ofrecen acceso a cerca de 1.200 millones de consumidores en 42 países. El Salvador posee acuerdos comerciales, con Centroamérica, Chile, Colombia, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, República Dominicana, Taiwán y Unión Europea.

El mejor lugar en el mapa
Su ubicación geográfica facilita el acceso en términos de tiempos a las principales ciudades de las Américas, tanto hacia el norte como hacia el sur. El Salvador comparte la misma zona horaria que la zona central de Estados Unidos (CST) y ofrece un corredor bioceánico, proximidad a la ruta Transpacífica y al Canal de Panamá.

Moneda estable
La estabilidad monetaria es uno de los grandes atractivos del país. El Salvador ofrece mayor certidumbre a los inversionistas como resultado de la eliminación del riesgo cambiario. Registra niveles muy bajos de inflación, gracias a la dolarización de su economía en 2001.

Clima favorable de inversiones
El Salvador ofrece un favorable clima de inversión y trabaja constantemente en acciones que contribuyan a seguir mejorándolo. Según el Ranking de Facilidad para Hacer Negocios 2020, del Banco Mundial, el país ocupa la posición número 7 en Latinoamérica y seguirá avanzando gracias a las políticas implementadas como reducción en el papeleo, gracias a herramientas tecnológicas; eliminación de la burocracia; estímulos económicos; respeto a las garantías jurídicas; capacitaciones constantes; opciones de financiamiento; servicio eficiente en las terminales aéreas y marítimas; acompañamiento constante para los empresarios que pagan sus impuestos y sus cuotas laborales; y programas de apoyo económico.

Espacio desde donde exportar
Las Zonas Francas de El Salvador están diseñadas para empresas exportadoras de bienes y de prestación de servicios internacionales. En estos espacios, las empresas cuentan con los servicios necesarios para operar de forma eficiente, con atractivos incentivos fiscales. Su ubicación estratégica y el fácil acceso a infraestructura garantizan la competitividad. Además, el país cuenta con diversos proyectos para dinamizar su infraestructura, como la construcción de un nuevo aeropuerto, la remodelación del Puerto de Acajutla, y el lanzamiento del tren del Pacífico, que promete integrar sus puertos con las ciudades más importantes del país y de los países vecinos.

Excelente manejo de la pandemia
En lo que atañe al tema de la salud y la pandemia del Covid-19, científicos e infectólogos no dudan en afirmar que los países que tuvieron un correcto manejo de la pandemia de Coronavirus son los que más rápido volverán a crecer. En el caso de El Salvador, según datosmacro.com, a fines de septiembre de 2021, el país registraba uno de los menores indicadores de fallecimiento por millón de habitantes. Además, El Salvador es uno de los primeros países del mundo en aplicar la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Energía limpia, modelo sustentable
El país depende cada vez menos del petróleo para generar su energía. Según datos de la Unidad de Transacciones (UT) del sistema eléctrico, el uso de este recurso se ha reducido a la mitad en los últimos diez años, pasando del 40,4 % como matriz energética, en noviembre de 2010, a tan solo 19,43%, en noviembre de 2019. Esta reducción se debe a la incorporación de nuevas fuentes energéticas como la biomasa (bagazo de la caña), solar y geotérmica (volcanes).

Financiamiento de fácil acceso
El Salvador se destaca entre los países de América Latina y el Caribe por la facilidad para financiar negocios. Según el informe “Doing Business” del Banco Mundial, el país cuenta con líneas de crédito sólidas y legislación moderna para proteger a los inversores en casos de quiebra. Su valoración es de 80 puntos, frente a los 52 puntos promedio de América Latina y el Caribe.

Las remesas extranjera, una gran fuente de recursos
Entre enero y julio de 2021, las remesas familiares continuaron experimentando un mayor dinamismo, explicado en parte por las mejores condiciones macroeconómicas de los países de residencia. En términos de flujos acumulados de enero a julio de 2021, El Salvador registró un monto de 4.284,9 millones de dólares, cifra superior en 1.214,2 millones de dólares respecto al mismo período acumulado para 2020, siendo equivalente a un crecimiento de 39,5 %. Un dato relevante en relación a las remesas es que cada vez más, según el BCR, estas remesas se utilizan en inversiones dentro del país.

Empleabilidad en ascenso
Al cierre de junio de 2021, el registro formal de empleos en El Salvador constaba de 863.300 puestos de trabajo, de los cuales 677.500 fueron generados por el sector privado y 188.800 mil por el sector público. En términos anuales, la mayoría de secciones de actividades económicas registraron mejoras. Revisando el desempeño del sector privado, según sección económica, se observan mayores niveles de empleo en actividades tales como Comercio, Transporte, Alojamiento y Comidas, Industria Manufacturera, Actividades profesionales, Científicas y Técnicas y en Servicios.

Fuerza laboral joven y competitiva
La fuerza laboral de El Salvador está compuesta por 3,1 millones de personas, de las cuales el 54% tiene menos de 40 años, lo que significa que se trata de una mano de obra productiva y capaz de desarrollar nuevas habilidades en poco tiempo. El Código de Trabajo de El Salvador equilibra la protección de los derechos de trabajadores con la flexibilidad que requieren las empresas para el manejo de sus negocios y la creación de empleos. El Salvador se caracteriza por poseer buenas relaciones entre empresas y trabajadores, y no se ha visto afectado por disputas o huelgas significativas. El grado de sindicalización en El Salvador es bajo, al igual que la incidencia de huelgas.